Aunque ciertamente había tensiones entre todos estos grupos, de su mezcla y sus interacciones salió la población canaria tal y como la conocemos, con sus bailes, sus platos regionales, su lenguaje... El mismo nombre de nuestro querido mojo, por ejemplo, tiene su origen en la palabra portuguesa para "salsa", y muchas de las diferencias entre islas se explican por su diferente composición étnica.
lunes, 16 de abril de 2012
Sucesos e historias en Canarias
Conquistadas en el siglo XV y colonizadas a finales de éste y comienzos del siglo siguiente, la Canarias del siglo XVI parece ser una sociedad dinámica y relativamente tolerante. Junto a los nativos y los colonos de diversas partes de la España peninsular, convivían un montón de portugueses, unos cuantos genoveses, y algún que otro francés, inglés, flamenco o florentino... También, atraídos por la oportunidad de comenzar de nuevo, vinieron muchos judíos (muchos genuinamente conversos, otros bautizados a la fuerza). La falta de mano de obra se suplía con esclavos africanos (mayormente de Guinea) y cargamentos de "berberiscos".
Aunque ciertamente había tensiones entre todos estos grupos, de su mezcla y sus interacciones salió la población canaria tal y como la conocemos, con sus bailes, sus platos regionales, su lenguaje... El mismo nombre de nuestro querido mojo, por ejemplo, tiene su origen en la palabra portuguesa para "salsa", y muchas de las diferencias entre islas se explican por su diferente composición étnica.
Aunque ciertamente había tensiones entre todos estos grupos, de su mezcla y sus interacciones salió la población canaria tal y como la conocemos, con sus bailes, sus platos regionales, su lenguaje... El mismo nombre de nuestro querido mojo, por ejemplo, tiene su origen en la palabra portuguesa para "salsa", y muchas de las diferencias entre islas se explican por su diferente composición étnica.
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